Phytolacca dioica
Nombre común: Ombú, bella sombra, sapote de Sevilla
Familia: Phytolaccaceae
Orden: Caryophyllales
Subclase o clase: Caryophyllidae
Sector: Cariofílidas
Lugar de procedencia: Argentina, Uruguay, Brasil y Perú
Época de floración: Desde Abril hasta Mayo
Descripción
Árbol semicaducifolio de 7-10 m de altura, dioico, con la copa densa, redondeada e irregular, con ramas gruesas, tronco cilíndrico, muy ensanchado en la base, llegando a formar con el paso de los años una peana de la que pueden salir otros troncos. La corteza es áspera, fisurada y de color castaño-amarillenta. Hojas alternas, simples, de elípticas a ovadas u oblongas, con la base cuneada o redondeada, el margen entero y el ápice agudo o acuminado, de color verde lustroso, glabras, con el nervio central marcado. Racimos terminales con flores unisexuales y en pies separados. Flores masculinas con 5 tépalos, de ovados a elípticos, y blanquecinos y flores femeninas con 5 tépalos, de ovados a elípticos blancos. Infructescencias con numerosas bayas deprimido-globosas, con surcos entre las semillas, de 0,8-1 cm de diámetro, amarillentas, tornándose negruzcas en la madurez. Semillas ovoide-comprimidas, de unos 3 mm de largo, de color negro brillante. Se multiplica por semillas.
Hábitat y exigencias culturales
Crece en suelos pobres en nutrientes, prosperando, a pleno sol y en clima seco. Se puede definir como un árbol de climas suaves, poco exigente en cuanto a fertilidad del suelo y resistente a los vientos del mar, aunque las ramas pueden romperse debido a este fenómeno. Tiene fama de crecer rápidamente.
Usos
Su principal uso es ornamental. No debe plantarse cerca de edificaciones por la agresividad de sus raíces. Su empleo debe limitarse a jardines, con espacio suficiente para su crecimiento.Usado en medicina popular como emético, fuertemente purgante, febrífugo, astringente, antiséptico y calmante de uso externo. Es rico en oxalato de Calcio, presente en toda la planta, pero especialmente en las raíces. La corteza de la raíz contiene un alcaloide: la fitolaccina. También es rico en saponinas y potasa, razón por la cual sus cenizas se mezclaban con el sebo y se obtenía el jabón casero en la época colonial.
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