Historia
Los primeros jardines botánicos que aparecen en Europa lo hacen con fines docentes y experimentales. Eran centros dedicados al cultivo de plantas, principalmente medicinales. En la actualidad albergan colecciones de especies de plantas seleccionadas que ofrecen una amplia visión de la biodiversidad vegetal. De esta manera, se convierten en un espacio en el que se cultivan plantas con fines docentes, experimentales, de aclimatación, de conservación y de divulgación pero que, además, puede cumplir con la finalidad ornamental y lúdica de cualquier jardín.
El devenir histórico ha enriquecido mucho los campos de actividades de los Jardines Botánicos, de tal manera que en la actualidad se les considera centros de investigación. Este campo investigador no se circunscribe lógicamente al ámbito del jardín sino que se proyecta al estudio de la flora y vegetación en su medio natural.
Actualmente, todos los Jardines Botánicos del mundo están comprometidos con la conservación del patrimonio natural vegetal, esencialmente de aquéllas plantas amenazadas, o en peligro de extinción. Los bancos de germoplasma, cultivos in vitro, etc., permiten mantener una reserva genética cuya utilidad va más allá de la reintroducción de especies extintas en la naturaleza.
En el ámbito educativo, hoy día los jardines botánicos ofrecen numerosas actividades divulgativas que abarcan desde las enseñanzas universitarias a los niveles más elementales. Igualmente constituyen un punto de encuentro y un referente para todas las personas interesadas en saber un poco más sobre el apasionante mundo de las plantas.
Por todo esto, los Jardines Botánicos han de cumplir un papel importante en el futuro, no solamente como centros especializados o lugares de expansión, sino como Instituciones que están íntimamente comprometidas en el desarrollo cultural y económico de los territorios donde se ubican.
Antecedentes históricos
El jardín botánico de la Universidad de Málaga nace como un proyecto de futuro en el que la necesidad de que Málaga tuviera un Jardín Botánico no era una preocupación nueva.
En 1763 se habla de la existencia, en la calle de la Victoria, de un Real Jardín Botánico donde «conviven gran número de plantas extranjeras e indígenas». Esta referencia, tomada de la obra de Medina Conde (Conversaciones Históricas Malagueñas), y de la que no existe constatación real en el Archivo Histórico de Simancas, sitúa dicho jardín en la huerta que los frailes Mínimos tuvieron en los alrededores de lo que hoy es el Santuario de Ntra. Sra. de la Victoria. En esta empresa no sería ajena la Academia de Ciencias Naturales y Buenas Letras de Málaga, fundada en 1753 por el Dr. Fernández Barea. De la misma época es el Hortus Philipensis localizado en lo que hoy es el Instituto de calle Gaona.
El siguiente intento de creación de un Jardín Botánico es simultáneo al del Jardín de Aclimatación de Sanlúcar de Barrameda. El de Málaga debió ubicarse en el Jardín de Abadía, si bien tras los trabajos previos y algunas plantaciones las obras quedaron paralizadas.
En 1876 la Sociedad Malagueña de Ciencias, presidida por el Dr. Domingo de Orueta, propuso la creación de un Jardín Botánico de Aclimatación en el pequeño jardín del Hospital Militar e Iglesia de la Victoria. Se constituyó una comisión presidida por el Alcalde D. José Alarcón Luján de la que formaban parte los señores Prolongo, Larios, Mitjana, Alonso y Casado.
En 1940 el Dr. Laza Palacios sugirió al Consejo Superior de Investigaciones Científicas la compra de la Finca de la Concepción para crear en ella un Jardín de Aclimatación y Experimentación que estuviese al cuidado de «una Institución Universitaria». Dicha solicitud, la reiteró en 1971 en entrevista con el Prof. Gallego Morel, Rector Comisario de la Universidad de Málaga, al que expresó: «la realidad de una Universidad recientemente concedida me lleva a solicitar de todos, gobernantes, intelectuales, profesionales, malagueños todos, un impulso arrollador, certero, unánime de sostenido interés, para lograr que todo aquello que fue patrimonio de unos pocos, por razón de la época a que me refiero, pase ahora a nuestros hijos para legarlo a nuestros nietos y a las generaciones venideras, como fuente de saber, cultura, promoción humana y espirituales deleites«. Se refiere a la posible compra, por parte de la Universidad de la Finca de la Concepción.
En 1975 el Excmo. Ayuntamiento de Málaga decide la creación de la Fundación Cultural del Ayuntamiento y dentro de ella el Instituto Botánico.
En 1981, una vez aprobado el Plan de Ordenación de la Zona Universitaria del Campus de Teatinos, se solicitó, por parte del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias, el inicio de las obras necesarias para la ubicación en dicho campus del Jardín Botánico de la Universidad de Málaga.
Diseño y primeras ideas
La construcción del Jardín Botánico de la Universidad de Málaga tal y como hoy lo conocemos se inicia en 1997 sobre una parcela de 1,5 ha situada en el Campus de Teatinos entre la Facultad de Ciencias y la Facultad de Filosofía y Letras.
El primer diseño para la urbanización y ajardinamiento de este espacio consistía en la construcción de un jardín nazarí en que se fundían distintas tendencias, de los jardines persas la rígida geometría, los estanques, canales y caminos con árboles frutales. De los jardines romanos, la arquitectura, y de los jardines egipcios el sistema de riego. En definitiva se proyectaba un jardín con agua abundante, vegetación, frutos, colores y sombras.
La idea de construcción de un jardín meramente ornamental o de los sentidos comienza a enriquecerse sucesivamente con criterios de diseño de jardines con fines docentes y experimentales, surgiendo la creación de un Jardín Botánico como una necesidad en al ámbito de la futura Ciudad Universitaria de Málaga.
En la parcela original rectangular con cerramiento de muros y rejas se situarán las colecciones taxonómicas, mientras que en los jardines de las distintas facultades y el Bulevar Louis Pasteur del Campus se proyectan otras colecciones como el Hortus o el Arboretum.
La inauguración oficial del Jardín tiene lugar el 22 de junio de 2005 por la Excma. Sra. Dª. Adelaida de la Calle Martín Rectora Magnífica de la Universidad de Málaga.
Distribución y estructura del Jardín
El jardín se articula en tres niveles. Los dos primeros corresponden a la colección taxonómica organizada según el modelo de Stebbins, con algunas modificaciones, así como a plantas aromáticas, útiles y medicinales. El último corresponde a colecciones donde destacan las cactáceas, rocalla de la biodiversidad y ecosistemas termomediterráneos de la Península Ibérica.
Como elemento singular y representativo encontramos en el centro del Jardín el umbráculo Ibn al-Baytar, en honor a Diya’ al Din Abu Muhammad ‘Abd Allah ibn Ahmad ibn al Baytar (1180), nativo de la provincia de Málaga (posiblemente nacido en la localidad de Benalmadena). Ibn Al-Baytar es considerado uno de los más importantes botánicos y farmacólogos de la Historia Medieval de la Península Ibérica, habiendo influido en su época en todo el saber científico del entorno mediterráneo, que se prolongó durante un largo periodo de tiempo.
En la actualidad el Jardín Botánico se ha visto expandido al resto del territorio Universitario por lo que se puede concretar que todo el Campus de Teatinos es un Jardín Botánico en sí mismo. De esta forma podemos encontrar por ejemplo colecciones de coníferas en los alrededores de la Biblioteca General, el Arboretum dedicado a especies de clima mediterráneo y el jardín de las leguminosas en pleno Bulevar Louis Pasteur o el Hortus con especies de la Flórula Farmacéutica Malacitana situado entre la Facultad de Filosofía y Letras y el propio Jardín Botánico.
La urbanización del Campus de Teatinos, así como con la nueva incorporación de espacios verdes en la ampliación del campus universitario, se proyectan con criterios temáticos botánicos que favorezcan la incorporación de nuevas especies vegetales que formen parte fundamental en el desarrollo integral de la nueva Ciudad Universitaria de Málaga.